domingo, 11 de julho de 2010

LA ANTIGUA MEDICINA DE LOS KALLAWAYAS




La antingua medicina de los Kallawayas

Mailer Mattié* - La Paz, Bolivia - (Posted on Oct-06-2004)

Médicos del Inca

En Bolivia, la Provincia Bautista Saavedra del Departamento de La Paz es conocida principalmente porque entre sus habitantes de la comunidad aymara viven los kallawayas. Poseedores de un profundo conocimiento sobre plantas medicinales, sus terapias curativas forman parte de la sabiduría y belleza de la cosmovisión andina. A unos 250 Km. del Lago Titikaka, residen en las localidades de Curva, Chajaya, Kamlaya, Huata Huata, Inka, Amarete, Chari, Pampablanca, Chakapari y Charazoni. En toda la Provincia viven aproximadamente unas 8500 personas, el 96% en condiciones de extrema pobreza.(1)

El origen de los kallawayas se pierde en la milenaria historia de la civilización andina. Algunos indicios sugieren su presencia, incluso antes del período incaico, durante el esplendor de la cultura Tiawanaco, desaparecida en el siglo XI de nuestra era.(2) Especializados en el conocimiento de las plantas, su establecimiento en la actual región de Bautista Saavedra seguramente favoreció el desarrollo de su oficio, al facilitar el acceso no sólo a la biodiversidad del altiplano, sino también de zonas menos altas, incluyendo el trópico.(3)

Investigaciones arqueológicas han intentado sustentar esta hipótesis. En los años setenta, por ejemplo, el Museo Etnográfico de Gotemburgo divulgó información sobre un conjunto de materiales y restos humanos hallados en Bolivia, pertenecientes justamente al llamado período tiawanaco clásico.(4) En su publicación Etnologiska Studier de 1972 se describe el equipo de un curandero indígena del siglo VI de la era cristiana, encontrado precisamente en Calliicho, Provincia Bautista Saavedra. Entre otras cosas, había tabletas de madera, un tubo de caña de bambú, un mortero de madera, cucharillas, jeringas y un cráneo al que le habían realizado tres trepanaciones intra vitam. Igualmente se hallaron pequeñas bolsas tejidas con bordados (chuspas) y material vegetal macerado, cuyo estudio determinó que se trataba de una especie de tabaco y hojas de guayusa, una planta utilizada como antiespasmódico.

La presencia de los kallawayas en la Corte de los Incas tiempo más tarde, se considera un hecho bastante probable. Posiblemente, debido al nivel de sus conocimientos, les llevaron a prestar sus servicios en Cuzco, la capital del incario. Al parecer, estaban capacitados para curar parálisis, ceguera, neumonía, heridas y dolencias mentales. Se sabe que preparaban medicamentos equivalentes a la terramicina y la penicilina, elaborados a base de barro y frutas fermentadas como el plátano. Utilizaban también la genciana y el árbol de quina del Perú para la fiebre, entre muchas otras plantas. Se supone que en la Corte tenían la función de asesorar a los sabios (amautas) sobre cuestiones de medicina, además de dedicarse a atender exclusivamente las enfermedades del Inca, de su familia y de la nobleza.(5) Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales, incluso, habla de los grandes conocedores de las propiedades de las plantas que existían antes de la destrucción del imperio.

Los kallawallas, por otra parte, han sido tradicionalmente conocidos como médicos viajeros que se trasladan por regiones de varios países. En lengua aymara, la palabra alude a la expresión "irse de casa". En quechua, se refiere al "hombre que anda cargando hierbas medicinales". En el citado informe del Museo de Gotemburgo se hace especial énfasis en la cuidadosa manera de guardar las plantas maceradas que se encontraron. Esto permitió suponer que las preparaban para ser transportadas durante largas jornadas. Precisamente, parte de los territorios que hoy día están integrados en Bolivia, Argentina y Chile, durante el imperio inca recibían el nombre de Qollasuyu, cuyo significado es "tierra de la medicina".
* Economista. Especialista en Cooperación internacional al desarrollo sostenible. Corresponsal de Associazione Culturale